viernes, 6 de marzo de 2009

Descubren el uso del alperujo como remedio para suelos contaminados

EFE
En la Estación Experimental del Zaidín del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) han demostrado que la aplicación del alperujo, un residuo generado en la extracción del aceite de oliva, en suelos contaminados por tricloroetileno permite reducir hasta un 30 por ciento este contaminante.
El estudio, desarrollado en la Estación Experimental del Zaidín, dependiente del CSIC, supone una solución tanto para la gestión del alperujo, un residuo tóxico y sin valor económico del que sólo en Andalucía se producen tres millones de toneladas al año, como para el tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos, ha informado hoy este centro de investigación en un comunicado.
El tricloroetileno, una clase de hidrocarburo que se utiliza frecuentemente en procesos industriales, es uno de los contaminantes químicos más resistentes a la biodegradación, lo que afecta a la capacidad de los suelos donde se halla para absorber nutrientes y regenerarse.
Para lograr que el alperujo absorba el tricloroetileno y acelere su degradación, los científicos han aplicado previamente sobre él la técnica de reciclaje de residuos orgánicos conocida como "vermicompostaje", en la que se añade a los desechos lombrices de la especie Eisenia fetida.
Estas lombrices eliminan los elementos tóxicos del alperujo, que queda convertido así en una especie de abono disponible para su utilización en suelos contaminados.
Aunque el estudio se ha efectuado hasta ahora solamente en laboratorio, el CSIC prevé la elaboración de nuevos estudios en campo y extender la investigación al tratamiento de hidrocarburos más complejos y más difíciles de degradar que el tricloroetileno.
El director de la investigación, Emilio Benítez, ha explicado que "el alperujo reduce en sólo un mes el 30 por ciento del contaminante, evitando que pase a las capas más profundas del suelo y reduciendo así el riesgo de contaminación de los acuíferos" y ha añadido que su uso como abono "no sólo es rentable, sino que además presenta una ventaja medioambiental".
LOMBRICES QUE MEJORAN LA BIODIVERSIDAD
En una investigación previa, publicada en Bioresource Technology, el mismo equipo comparó los efectos sobre el alperujo de las dos tecnologías más conocidas para el reciclaje de residuos orgánicos: compostaje y vermicompostaje. Aclara Benítez que en ambas “los microorganismos son los principales responsables de la degradación bioquímica de la materia orgánica”, con la diferencia de que en el vermicompostaje se añade a los desechos la especie de lombrices Eisenia fetida.A través del análisis con técnicas bioquímicas y de biología molecular determinaron que las lombrices aumentaban de forma significativa el tamaño, biodiversidad y complejidad de la población bacteriana del alperujo, eliminado sus elementos tóxicos y convirtiéndolo en una suerte de abono. “Fueron estos resultados los que dieron pie a la posterior experimentación con suelos contaminados”, explica Benítez.Al añadir en laboratorio el alperujo modificado por las lombrices del vermicompostaje a un suelo en el que se simuló un vertido de agua contaminada con tricloroetileno, se comprobó que el vermicompost incorporó nuevas especies bacterianas con la información genética necesaria para sobrevivir en un entorno contaminado, así como complejos enzimáticos que permanecieron activos en condiciones contaminantes.

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